Jamás de mi memoria…
Jamás de mi
memoria se borrará el día en que mi papá salvó mi vida. Era un día de verano y
estaba de vacaciones con mi familia. Todos nos vestimos en nuestros trajes de
baño y bajamos al piso principal donde estaba la alberca. Era la primera vez
que nos quedábamos en este hotel y no conocíamos el lugar, pero la emoción me
atacó y sin pensar ni avisar a mi padre, me aventé en la primera alberca
que vi. Mi papá no lo notó pero no me
preocupé mucho; después de todo, no era muy honda. Pero mi papá siguió
caminando con mis hermanas y como no quería quedarme atrás, decidí seguirlos
desde la alberca; lo que mi inocente mente no sabía era que la alberca se hacía
más honda. Cuando salté a la otra alberca, no pude tocar el suelo. Comencé a inhalar
agua en mis pulmones. Veía a unas personas cerca de mí, mirándome “¿Por qué no
hacen nada?”, me preguntaba. Trataba de gritar pero cada vez que abría mi boca, agua entraba en mi boca en lugar de aire. “¿Moriré?”.
Mis hermanas me vieron y le avisaron a mi papá. Podía verlas señalándome con miedo en sus rostros. En
imágenes interrumpidas puedo ver a mi padre corriendo hacia la alberca para
salvarme. Fue entonces cuando sentí los brazos de mi padre envolviéndome y
levantándome hacia la superficie para poder respirar. Jamás olvidaré ese
momento. Jamás borraré de mi memoria el momento más agonizante de mi vida, porque
me recuerda del amor de mi padre. Y me hace pensar en el amor de mi padre
celestial
Cristo me
ha salvado de esta manera también. Él se metió en mi alberca de depresión y
dolor para envolverme en sus brazos de amor y me llevó a la superficie donde
pude respirar vida.
Jamás olvidaré lo que Cristo ha hecho por mi.
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I will never erase from my memory…
I will never erase from my memories the day when my dad
saved my life. It was a summer day and I was on vacation with my family. We
all dressed in our swimsuits and went down to the main floor where the pool
was. It was the first time we stayed in that hotel. We didn't know the place
very well, but the excitement overwhelmed me, and without letting my dad know,
I ran to the nearest pool. My dad didn’t notice, but I wasn’t too worried
because the pool was shallow. My dad kept walking with my sisters so I decided
to follow them swimming; what my innocent mind didn’t know was that the pool
would get deeper and deeper. When I jumped into the deeper part, the water was over my head. I started to take water into my lungs. I saw people nearby
staring at me. “Why aren’t you helping me?” I wondered “Will I die?”I tried so
hard to scream, but every time I opened my mouth, water came in instead of air.
Then, my sisters saw me, I could see them pointing at me with fearful faces. I
can still see in interrupted images my dad running at the pool to save me.
Finally, my dad’s arms surrounded me with strength. He pulled me out to the
surface and I could finally breathe. I will never forget that moment. I will
never erase the most agonizing moment of my life because it reminds me of my
father’s love for me. It also reminds me of the love my heavenly father has for
me.
Christ has saved me too. He ran into my pool of pain and
depression to surround me with his arms of love and pull me out to the surface so
I could breathe life.
Never will I forget what Christ has done for me.